Funcasor Fundación Canaria para el Sordo

   

Nuestros logros
  • Nuestro Centro Especial de empleo ha sido el ganador del concurso para el mantenimiento de las zonas ajardinadas del Centro Nacional de Formación Ocupacional de los Realejos

     

  • Renovación del servicio de mantenimiento de zonas ajardinadas del Complejo Hotelero Mare Nostrum Resort
  • Renovación del servicio de mantenimiento de zonas ajardinadas del Hotel Santa Bárbara Golf and Ocean Club
  • Renovación del servicio de mantenimiento de zonas ajardinadas del Hotel Royal Sunset Beach Club

Falsos mitos sobre las personas con discapacidad auditiva

Existen ciertas consideraciones en relación a las personas con discapacidad auditiva que no se ajustan a la realidad. Son muchos los mitos que contribuyen a establecer una imagen nada real sobre las personas con discapacidad auditiva y sus capacidades. Ante ello y para acabar con esos falsos mitos sobre las personas con discapacidad auditiva, la mejor arma es la información para desmentirlos. En este post desmontamos algunos de ellos... 

 

 

Los falsos mitos sobre las personas con discapacidad más comunes

Las personas con discapacidad auditiva no pueden hablar

Aún hoy en día muchas personas tienen la idea preconcebida de que si alguien tiene una discapacidad auditiva, automáticamente no puede hablar. Y esta es una idea errónea. Una persona con discapacidad auditiva sí puede expresarse, no solo a través de la lengua de signos o de la lengua escrita, sino también a través del habla oral, solo que esta forma de comunicación puede variar en función de cada persona. 

Todas las personas con discapacidad auditiva saben leer los labios 

La lectura labial es una habilidad. Y como cualquier habilidad, se puede desarrollar, trabajar y mejorar; y para hacerlo es fundamental dedicarle mucho tiempo y dedicación. ¿Qué queremos decir con esto? Pues básicamente que tener una discapacidad auditiva no te convierte de forma automática en alguien que sabe leer los labios. 

Cierto es que debido a las necesidades de una persona con este tipo de discapacidad, es más probable que desarrolle esta habilidad que otra que no tiene la misma necesidad para comunicarse. Pero es importante saber y tener en cuenta que no es algo automático, para leer los labios es preciso el aprendizaje y no todas las personas con discapacidad auditiva cuentan con este aprendizaje. 

Por otro lado también hay que tener en cuenta que dependiendo de las condiciones de la conversación, es posible que aún en personas que sí saben leer los labios la comprensión se vea afectada. Si la persona habla demasiado rápido, si la vocalización de la persona que está hablando no es buena... estas son algunas de esas condiciones que pueden hacer que no se comprenda. 

En resumen, no todas las personas con discapacidad auditiva saben leer los labios. Y aunque sepan hacerlo, a la hora de comunicarnos, hay que tener en cuenta que existen factores que pueden dificultar la lectura de los labios. 

Todas  las personas con discapacidad auditiva saben comunicarse a través de la lengua de signos 

Pensar que todas las personas con discapacidad auditiva conocen y pueden comunicarse a través de la lengua de signos también es un error. Aunque la mayoría sí se comunica a través de ella, no todas la conocen y emeplan. 

Aquí influye mucho el grado de discapacidad de cada individuo. En función de ese grado la persona se verá con mayor o menor necesidad de aprender la lengua de signos. Pero conocer la lengua de signos no es una obligación, es una opción. Por ello, aunque esté muy extendida entre la comunidad de personas con discapacidad auditiva, no la usa el 100% de la comunidad. 

La lengua de signos es universal

Craso error. No solo no existe una lengua de signos universal, sino que cada país tiene su propia lengua de signos. Incluso, en países con lenguas cooficiales, puede haber una para cada idioma. Un buen ejemplo de ello lo podemos ver en España, donde en la actualidad existe una lengua de signos española y otra lengua de signos catalana. 

Cierto es que hace tiempo se intentó estandarizar una lengua de signos universal: Gestuno, la llamaron. Su nombre proede de las siglas Gest = gesto en inglés; y UNO = siglas de la Organización de las Naciones Unidas. Pero se quedó solo en una intención y el proyecto no llegó a buen puerto por diversos motivos. 

 

Ahora cuéntanos, ¿tú creías en algunos de estos mitos o ideas preconcebidas? 

 

 

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