Normalizar la diversidad en entornos laborales, ¿cómo hacerlo?

Para que la inclusión se convierta en una realidad con garantías, antes debemos pasar por normalizar la discapacidad en los entornos laborales. Y, a pesar de la ardua lucha y los avances, los prejuiciosel desconocimiento o la discriminación siguen siendo una barrera que impide dicha normalización.  Con el objetivo de minimizar este impacto negativo, desde Laborsord, queremos ofreceros algunos consejos que ayudarán a minimizar estas actitudes y dificultan la inclusión en entornos laborales: 

Cómo normalizar la diversidad en entornos laborales

Si tienes dudas, ¡pregunta!

Siempre serrá mejor una pregunta que resuleva cualquier duda, que una actitud que te aleje a ti o a tu empresa de una persona con discapacidad.

El lenguaje juega un papel fundamental

Evita y, a ser posible, elimina de tu lenguaje palabras como “minusválido” o "discapacitado" y sustitúyelas por persona con discapacidad. El motivo es evidente,  se pone el foco en el sujeto (persona) en lugar de en una condición de la misma. Otro error común es emplear la palabra "normal", elimínala también de tu vocabulario; ya que cualquier persona con discapacidad está dentro de la normalidad. Son pequeños detalles que hacen una gran diferencia. 

No des por hecho que una persona discapacitada necesita ayuda constante

Habalmos de normalizar la discapacidad. Pues bien, otro de los pasos que debemos dar para ello es la sobreprotección en el ámbito labrora. Tendemos a pensar que en muchas ocasiones no van a ser capaces de realizar una tarea o cumplir una función... Craso error. Ofrecer ayuda y apoyo cuando una persona con discapacidad se incorpora al equipo es positivo, pero ofrecerle ayuda aconstante, es un error  que puede hacer que parezca que le subestimamos. 

Facilita su relación en el entorno de trabajo

Es un miembro más del equipo, hazle sentirse parte de él. Inclúyele en todas las deciciones que competen a su área o en los planes de ocio que puedan surgir, dentro y fuera del horario labora. 

Respeta su espacio personal, sobre todo en discapacidades físicas:  los elementos de apoyo que emplean (sillas de ruedas, muletas, etc.) no son de uso público, sino que pueden llegar a considerarlos extensiones de su cuerpo. Tocarlos podría resultar peligroso o invasivo.

Empatía, ¡es la clave

Para tratar correctamente a una persona con discapacidad, la empatía es la clave. Tener la capacidad de ponernos en su lugar, entenderle y respetar sus diferencias...

No juzgues, ni presupongas

Deshacerse de los prejuicios es otra necesidad indiscutible para la inclusión. No todas las personas con discapacidad son iguales, cada una es única y cada una cuenta con una experiencia totalmente diferente... Por lo tanto, la experiencia de uno, sea más o menos favorable, nunca podrá determinar la del resto. No juzggues. Y tampoco presupongas. 

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